Teoría Ómicron

Revista de ciencia ficción y fantasía

ESPECIAL ÓMICRON: Viajes a través del tiempo III: Paradojas.

Desde Ecuador, Diego Maenza nos trae el tercer artículo de su serie sobre viajes en el tiempo. Esta vez aborda las paradojas.

Por Diego Maenza

Un cantinero atiende a un hombre al que apodan Madre soltera. Y no se debe a que su apariencia sea afeminada, pues el individuo nunca pierde en cuanto a rudeza. Es más bien por el seudónimo que utiliza para publicar historias rosas en una revista de circulación masiva. Con semblante entre molesto y abatido, Madre soltera es incitado a hablar. El cantinero lo reta a contar su historia extraordinaria aduciendo que al igual que a los psicólogos, a los de su gremio nada los asombra, pues están acostumbrados a escuchar historias prodigiosas. Madre soltera descubre el anillo que porta el cantinero y que contiene el símbolo del ouroboros, representación de la Gran Paradoja. Le inspira confianza. Entre tragos de whisky se anima a narrar su vida. A Madre soltera lo abandonaron de pequeño en un orfanato. Lo dejaron en las escalinatas del edificio dentro de una caja de cartón. O será mejor decir de pequeña, pues la madre soltera nació con sexo femenino. Al crecer tuvo que adaptarse en un ambiente hostil y aprendió a luchar físicamente. Intentó incorporarse a una Agencia de Cosmonautas Femeninas, pero fue rechazada por su edad. Empezó a realizar labores domésticas por paga y a estudiar por las noches. Conoció a un hombre que la abandonó después de un intenso romance. Quedó embarazada. Para que naciera la criatura le practicaron una cesárea. Al despertar no sentía la parte inferior de su cuerpo, que se descubrió vendada como una momia. Había nacido una niña en perfectas condiciones. El médico le comenta que no obstante el éxito del alumbramiento, pudieron detectar en la madre soltera ciertas anomalías en sus glándulas sexuales. Poseía dos series completas de órganos tanto masculino como femenino. Pese a haberse desarrollado en primera instancia el aparato reproductivo femenino, al momento del parto quedó inservible, por cuanto el equipo médico opta por extirparlo y reasigna el funcionamiento del sexo masculino. Mientras convalecía, secuestraron a su hija y nunca más la volvió a ver. En los días posteriores lo sometieron a un intensivo tratamiento hormonal. Después de algunas operaciones más, salió del hospital como un hombre. Por un azar consiguió que se empezaran a publicar sus historias bajo el seudónimo de Madre soltera y se integró con su nueva vida a la cotidianeidad de la ciudad. Hasta aquí la historia que cuenta la madre soltera. El cantinero no parece sorprendido y le ofrece entregarle al hombre que la embarazó. Lo conduce a un sótano y por medio de un mecanismo viajan a través del tiempo. El cantinero, que ha sido un agente del tiempo, le da dinero al hombre y le indica que busque en esa época al individuo que la embarazó cuando era mujer y que se vengue de él. Le promete regresar. El agente se desplaza nuevamente en el tiempo. Llega al hospital en el que ha dado a luz la madre soltera y secuestra a la recién nacida. Se desplaza otra vez algunos años atrás y deja a la niña en las escalinatas de un orfanato, metida en una caja de cartón. Regresa a la época en que dejó al hombre y descubre que éste mantiene un romance con una joven. La ha embarazado. El agente le hace notar que ahora sí debe comprender quién es él, quién es la joven a la que ha seducido y fecundado (y que no volverá a ver) y quién es la hija que nacerá de esa relación. El hombre, la madre soltera, la niña huérfana, son una misma trinidad, hija, padre y madre a la vez.

All you zombies, Robert A. Heinlein

Es la trama de Todos ustedes, zombiesel famoso relato de Robert A. Heinlein que explora de manera perturbadora el tema de las paradojas producidas por los viajes a través del tiempo.

Una paradoja es un razonamiento que conduce a una solución bipartita que oferta dos desenlaces, y que a pesar de ser excluyentes entre sí, no caen en la contradicción. Aunque las resoluciones que contiene sean aparentemente discordantes, una paradoja no carece de lógica. A simple vista, las paradojas pueden ser tomadas como sofismas o simplemente como una entretención metafísica, pero lo cierto es que forman la base de algunas premisas de la filosofía y la ciencia.

Las paradojas en los viajes a través del tiempo han sido explotadas en diversas historias. No solo soñamos con el imposible de viajar a otras épocas, también lo hacemos para impugnar nuestras propias y limitadas lógicas. Las paradojas temporales nos hacen soñar con conflictos jocosos en unos casos, gratos y llamativos, inteligentes y amenos; pero en otras situaciones indagan en lo más negro de nuestras consciencias y nos empujan hacia debates de carácter moral con situaciones perturbadoras e incluso tratadas como temas tabúes.


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En la literatura de imaginación, desde El Quijote de la Manchahasta las fantasías borgeanas, las paradojas han servido como un potente combustible para alimentar las historias. Pero también existen narraciones que basan su estética y la razón de ser de sus tramas al fundamentarlas exclusivamente en esta dialéctica. Las encontramos con abundancia en la ciencia ficción. Aquí exploraremos algunas.

Una de las más famosas sobre viajes en el tiempo es la denominada “paradoja del abuelo” (desarrollada por el escritor René Barjavel en su libro El viajero imprudente). Un anciano construye una máquina del tiempo. Su joven nieto siente celos y decide usar el artilugio para viajar al pasado y asesinar a su abuelo. Lo hace antes de que el primero conozca a la que sería la abuela del segundo. Dicho lo cual el anciano nunca hubiese tenido hijos ni nietos y el joven no existiría, y tampoco se hubiese creado la máquina del tiempo; por lo tanto, si no existe el nieto, no habría quien lo mate antes de conocer a su esposa y tener descendencia; con lo cual sí podría construir una máquina del tiempo. Y así, por los siglos de los siglos.

Ejemplarizaremos una resolución a este aparente conflicto con un episodio del serial animado Futurama, de Matt Groening.

Futurama

Por uno de sus acostumbrados descuidos, Fry introduce un producto no apto para microondas mientras viajan en su nave intergaláctica. Se produce una anomalía espacio-temporal y junto a la tripulación viajan, debido a este incidente, al año 1947. Fry se encuentra con su abuelo, un joven soldado llamado Enos. Fry lo empieza a sobreproteger con la consigna de que si le ocurre algo al muchacho, él desaparecerá. Enos lleva a Fry por una malteada y le presenta a su novia Mildred, futura abuela de Fry. Intentando cuidarlo, Fry conduce a Enos a un supuesto lugar seguro apartado en el desierto; en realidad es un campo de pruebas atómicas. Una bomba desintegra a Enos. Mildred se entera de la noticia. Fry acude a consolarla. Mildred se enamora de Fry. Este deduce que si no ha desaparecido ha sido porque Enos en realidad no era su antecesor, y por ende Mildred tampoco es su familia. Tienen sexo. A la mañana siguiente el resto de la tripulación sorprende a Fry en la cama de Mildred y lo tildan de degenerado. Uno de sus amigos le hace reparar en que Mildred sí es su pariente y que desde ese momento Fry se ha convertido en su propio abuelo.

Otro experimento mental es la llamada “paradoja de los gemelos”, propuesta por Einstein. Dos hermanos gemelos se despiden. Uno realiza una exploración espacial y otro que se queda en la Tierra. A consideración del hermano sedentario, el viajero, por desplazarse a una velocidad cercana a la de la luz, será quien envejezca menos. Desde el otro punto de vista, el cosmonauta, dentro de su nave, y al alejarse de la tierra que ve moverse a gran velocidad, considera que el gemelo que lo espera será quien esté menos viejo. Pasados los años, al regreso del astronauta, ambos esperan ver a su hermano más joven, pero (y aquí se produce la paradoja) no pueden ambos ser más jóvenes al mismo tiempo. Este juego mental ha sido resuelto por el llamado efecto de dilatación del tiempo.

Lo ejemplarizamos con la película Interestelarde Christopher Nolan. 

Un cosmonauta se despide de su pequeña hija, y junto a su tripulación se embarcan en la misión que les permitirá encontrar un planeta habitable. Viajan a través de un agujero de gusano y llegan al planeta Miller, que se encuentra cerca de un agujero negro y cuya gravedad ha distorsionado el tiempo del exoplaneta: una hora dentro de Miller equivale a 7 años en la Tierra. La exploración debe durar apenas minutos, pero por un accidente permanecen algunas horas. A su retorno a la Tierra, el astronauta logra reencontrarse con su hija, quien ya es una anciana a punto de morir, mientras que para él desde su partida en la Tierra solo han pasado unos cuantos años.

Las paradojas también se plantean a través de los “bucles”, algunos de ellos sin salida aparente y otros que cumplen una estructura cíclica, como en el cuento de Heinlein, como la gran serpiente que se muerde la cola.

Los cronocrímeneses una película de Nacho Vigalondo. Un hombre que descansa junto a su esposa usa sus prismáticos y observa un presunto asesinato en un bosque. Ve a una mujer inconsciente. Se acerca a ella con ánimos de ayudarla. Al llegar al punto nota la presencia de un extraño con el rostro vendado que lo hiere de una puñalada con unas tijeras. Pronto se descubre perseguido y llega a un laboratorio cerca de su casa. Se esconde en un tanque y se lleva a efecto el prodigio: el hombre viaja a través del tiempo, concretamente unas horas atrás. Lo denominaremos de aquí en adelante como el hombre2. El hombre2 retorna a su casa, pero afuera de ella observa a su esposa junto a su doble del pasado: el hombre que mira hacia el bosque con unos prismáticos. El hombre2 tiene un accidente y debe vendarse la cara. Descubre a una chica en el bosque, la misma a quien vio inicialmente y la creyó asesinada. La persigue y la chica se desploma. El hombre se acerca con curiosidad. El hombre2 comprende que debe asesinarlo porque no pueden coexistir en el mismo espacio-tiempo. Lo intenta matar a puñaladas con unas tijeras, pero el hombre escapa. El hombre2 ingresa a su casa y por un accidente asesina a su esposa. Decide regresar en el tiempo para corregir el desastre. Al llegar al laboratorio, el encargado le explica que acaba de salir de la máquina el hombre3 que le ha contado que debe impedir que el hombre2 vuelva a viajar en el tiempo. Los cronocrímenesmaneja tres líneas de tiempo que poco a poco se van concatenando con un desenlace de connotaciones morales.

Finalmente arribamos a El incidente, película de Isaac Ezban. Un policía y un ladrón quedan atrapados en las escaleras de un edificio cuando se produce una singularidad. Pronto descubren que no pueden subir ni bajar los pisos, pues por cualquier camino retornan al punto inicial. En paralelo es narrada la historia de una pareja de esposos que junto a sus dos hijos quedan atrapados (en igual sentido) en el tramo de una carretera: por más que intenten escapar en su vehículo en una dirección u otra, regresan al lugar de partida. Pasan los años y envejecen. La pareja de la carretera ha sido sitiada por el abandono. El esposo abastece su sed con las cervezas inagotables (aparecen en cada nuevo “día”) de una tienda de gasolinera y la esposa se transformada en un fantoche de piel arrugada y huesos, cabellos indomables y uñas de espanto. Entregados a la inercia de la desolación, el ebrio protagonista cumple con su rutina de copular mecánicamente entre las moscas con la catatónica mujer, que ya ha visto morir a su hija y para quien esa vida repetitiva no tiene ningún sentido. En las escaleras del edificio, mientras el hombre más joven se ejercita “a diario” tornándose esbelto, el compañero de mayor edad poco a poco se transforma en un vejestorio que se arrastra por las escaleras, hasta que sus huesos son convertidos en una especie de fetiche animista o tótem para el primero. El tiempo (enemigo incontrolable y supremo) continúa transcurriendo inexorablemente para los humanos. Si bien el bucle paradojal de El incidente resalta más el lado espacial que temporal, no hay que menospreciar el componente de ficción que nos empuja a comprender la enrevesada trama y que nos permite ejercitar nuestro pensamiento, pues el tiempo también es un factor determinante en esta historia.

Hasta aquí la entrega, que lo único que ha pretendido ha sido poner en evidencia las principales formas de presentar las paradojas de los viajes a través del tiempo y que también pretende ser una muestra de las posibilidades para escapar de nuestra limitada e inapetente existencia, denotando la capacidad de creación de la fantástica inventiva humana.

Foto: David S.A en Pixabay / Fox, Matt Groening, David X. Choen

Diego Maenza

Escritor y editor ecuatoriano. Nace en 1987. Ha publicado el libro de relatos Teoría de la inspiración, que incorpora ribetes distópicos (primer volumen de la denominada Trilogía del arte) y el poemario Bestiario americano, libro que condensa mitos urbanos y leyendas de todo el continente. Es autor de Caricreaturas donde hibrida cuento y poesía, y de la novela Estructura de la plegaria que aborda temas sensibles como la pederastia y el aborto. Durante 2017 dirigió la revista digital de literatura latinoamericana Libro de arena.

Web oficial: www.diegomaenza.com


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