Teoría Ómicron
El año anterior se publicó la antología ciencia ficción ecuatoriana contemporánea “Visiones Ecuatoriales”, co editado por Ómicron Books y Libros Duendes, puesto en descarga gratuita. En este libro 17 autores ecuatorianos y ecuatorianas escriben historias llenas de nuevas tecnologías, exploraciones fantásticas, extrapolaciones, viajes temporales y espaciales, mundo alternos, extraterrestres y seres genéticamente alterados. Se reúnen autores y autoras consagrados y nuevos talentos ecuatorianos. Visiones Ecuatoriales demuestra que la ciencia ficción ecuatoriana tienen calidad, brillo propio y está a la altura de la mejor ciencia ficción mundial. Conversamos con algunos de los autores y autoras del libro, les hicimos preguntas sobre su relato, para conocer los entretelones; y ahora compartimos la primera entrega.
Leonardo Wild
Cuento: La información es real
1. ¿De dónde nació la idea del cuento que se publicó en la antología?
Originalmente, de un ejercicio que hice hace años luego de leer el libro Zen en el arte de la escritura de Ray Bradubury durante uno de mis viajes. ¿Qué pasaría si la información se convierte en algo real y se materializa? Ésta fue la pregunta, no tan estructurada en su momento, que me llevó a escribir La información es real.
2. ¿Qué particularidades quisiste colocar en el escenario de tu relato?
El hecho de que alguien que quiere escapar de un crímen, acaba enfrascado en una realidad extrapolada, en un futuro no específico, donde anhelan lo real por sobre lo virtual, pero se enfrenta a cruda realidad de que lo virtual llega a ser más real que la realidad física. Es una extapolación de un absurdo que hoy en día se está convirtiendo ya en realidad. Clases virtuales (a raíz de la pandemia), socialización digital, dinero digital, una realidad que nos absorbe a tal punto que la tomamos como normal.
3. ¿Qué tipo de tecnología o cambio social futuro retrata tu relato?
La tecnología digital, la digitalización de la realidad hasta convertirla tan real como la existencia física. Un futuro donde ya no podemos diferenciar entre lo virtual y lo real y acabamos atrapados en él.
4. ¿Crees que tu cuento critica la realidad o un futuro posible? ¿Por qué?
El futuro, y el presente. Más hoy que cuando lo escribí, hace ya bastantes años (aunque no lo publiqué). Claro, al reescribirlo para esta edición, agregué elementos del presente que no había en el pasado, aunque no la esencia misma del cuento. Es un cuento muy sencillo y directo. Es la exacerbación de un absurdo que ya vivimos hoy en día, sin realmente darnos cuenta de lo peligroso que es perder nuestra experiencia humana no-virtual.
5. Consideras que la literatura de ciencia ficción puede retratar la realidad ecuatoriana.
Depende el autor y de sus intenciones. El país ya ha sido tocado profundamente por la tecnología (y la mal-comprensión de la ciencia), a tal punto que al parecer no hemos aprendido de los errores del primer mundo, sino que más bien nos embarcamos con mayor ahínco en seguir al pie de la letra los errores del pasado con mayor eficacia. No nos damos cuenta del peligro de dejar la esencia humana en favor de la esencia mecanicista en nuestra sociedad. Por lo tanto, la ciencia ficción como una extrapolación científica de la realidad ecuatoriana, puede muy bien retratarla en toda su ambigüedad y crudeza, más aún hoy en día, con la Pandemia del Covid-19, una catástrofe producto de la ciencia importada, tanto ciencia falsa, como verdadera, la cual ha incurrido en la política y en la economía del país, afectando a toda la sociedad.

Jeannette Realpe Castillo
Cuento: Apolión 2.0
- ¿De dónde nació la idea del cuento que se publicó en la antología?
Una de mis grandes obsesiones, y que atraviesa, en gran parte, mi escritura, es la obsesión por volar. Seres humanos que vuelan, que rompen las convenciones de la gravedad y de la física. En la actualidad, exploro esta posibilidad en una novela que se encuentra en proceso, lo que me ha llevado a desarrollar una documentación sobre este tema. Los ángeles, por tanto, son una referencia que no se puede esquivar a la hora de recabar información sobre seres alados de apariencia humanoide.
2. ¿Qué particularidades quisiste colocar en el escenario de tu relato?
Me interesaba recuperar la idea del Ángel Exterminador, en una sociedad futurista que podría situarse a eones de nuestra actual civilización. Una sociedad dominada por una raza “superior”, por así decirlo, que controla a los humanos a través de un gobierno fundamentado en la fe y el dogma (no necesariamente religioso). Una civilización (la nuestra) entregada a otra, a manera de protectorado, sobre la que pende una ligera esperanza de acercarse, en algún momento, a la perfección de sus benefactores. Por supuesto, en medio de tan asimétricas relaciones de poder, el desenlace no podía ser amable.
3. ¿Qué tipo de tecnologia o cambio social futuro retrata tu relato?
En mi relato, existe una biotecnología llamada “intervención bioangelar”, que tiene como objetivo transformar, luego de una selección, a seres humanos en una especie de “angeloides”, para realizar trabajos turbios que la civilización dirigente, denominada los Altísimos, no está dispuesta a hacer. Cabe aclarar que la clase dirigente humana desconoce la naturaleza de estas misiones; pero, de todas formas, cumple sin cuestionar las órdenes de los Altísimos.
4. ¿Crees que tu cuento critica la realidad o un futuro posible? ¿Por qué?
No necesariamente. Respeto a aquellos escritores y escritoras que utilizan a la literatura para hacer reclamos sociales, pero no comparto su postura. En lo que a mí respecta, la escritura que yo practico no tiene una función social específica. No creo que la literatura debiera estar sujeta a “deber ser” de ningún tipo. Creo y practico la escritura como un acto de libertad radical. Un espacio en donde puedo escribir lo que desee, sobre el tema que se me antoje, sin juicios ni autocensura. Es un ejercicio muy difícil de llevar a cabo en la práctica, pero, por la misma razón, muy pertinente para mí. Apolión 2.0. podría contener elementos que hagan crítica a las relaciones de poder, pero creo que ese fue un efecto secundario del desarrollo de la trama, y si puede ser leído como el tema del cuento, no me molesta, pero esa no es su principal intención. Si lo que deseo es dar a conocer mi postura ideológica y hacer crítica social, existen otros canales para ello: mi muro de facebook o twitter. La escritura creativa no tiene por qué ser parte de eso. Al menos, no en mi caso.
5. Consideras que la lieratura de ciencia ficción puede retratar la realidad ecuatoriana.
Claro que podría, pero reitero que esto no debería ser obligatorio. En el caso de mi cuento, Apolión 2.0, la acción está situada en una geografía indeterminada, que podría –o no–, ubicarse dentro de lo que alguna vez habría sido Ecuador. No es importante para la trama. De hecho, la mayoría de los cuentos que he escrito –y publicado–, tienen la misma característica; esto es, no están sujetos a un paisaje en particular, ni tienen como objetivo retratar la realidad del país, y si lo hacen, esto sería por meras necesidades de la historia, y no como una intención específica.
Gabriela Cabezas
Cuento: Índigo
1. ¿De dónde nació la idea del cuento que se publicó en la antología?
Leí Ringworld y no me gustó el desarrollo de los personajes femeninos, especialmente una mujer piloto que había. Entonces, sabía que quería escribir una historia con una piloto mujer.
2. ¿Qué particularidades quisiste colocar en el escenario de tu relato?
Una nave espacial en la que se mencionara si tenía conciencia o no, como inteligencia artificial. Una nave enorme que se demore muchísimo tiempo en llegar de un planeta a otro.
3. ¿Qué tipo de tecnologia o cambio social futuro retrata tu relato?
La expansión de los humanos a otros planetas del universo. No hubo cambios sociales, siguen especialmente el capitalismo y el machismo.
4. ¿Crees que tu cuento critica la realidad o un futuro posible? ¿Por qué?
Critica la realidad que vivimos hoy, porque, por ejemplo, la brecha salarial existe entre hombres y mujeres. Además, hay menos mujeres en los campos de ciencias y en profesiones como pilotos.
5. Consideras que la literatura de ciencia ficción puede retratar la realidad ecuatoriana.
Sí, la ciencia ficción puede usarse como cortina para demostrar cualquier realidad cultural. No importa si viene de un país “desarrollado” o no.
Ricardo Villamizar Rodríguez
Cuento: Descarga onírica
1. ¿De dónde nació la idea del cuento que se publicó en la antología?
En realidad, de múltiples fuentes pero, principalmente, de cierta vivencia personal extremadamente particular que tiene que ver con una tecnología que, si bien es muy actual y está creciendo, es todavía poco utilizada en el mundo y peor en el Ecuador: la energía solar fotovoltaica. Tengo una pequeña instalación de ese tipo en la casa, y noté que el aparato se quedaba “pensando” como congelado, durante un buen rato, para después retomar su tarea como si nada. Pensé que estuvo soñando despierto, tal y como nos sucede a las personas. Entonces extrapolé ese comportamiento a un cuento sobre el ya clásico enfrentamiento “robot vs. ser humano”, por supuesto para darle cierta ventaja a nuestra especie.
Ahí ya se ven otras influencias de muchos cuentos y libros de cienciaficción que no puedo listar; “Johnny Mnemonic” (1995) de W. Gibson es el que más recuerdo. Creo que sería más fácil con películas: de pronto “Terminator” (para describir el escenario general), “Paprika” (2006) para ciertos pasajes oníricos…pero son muchos, muchos los cuentos y libros que han influido para que saque este cuento; tantos que hasta me parece que hubiera plagiado alguno o varios. Espero que no…
2. ¿Qué particularidades quisiste colocar en el escenario de tu relato?
La principal: que los recursos son limitados; los naturales y peor los tecnológicos. Y que, en caso de una guerra total, ambos bandos se verán en serios problemas para abastecerse si se llega al escenario del combate irracional, sin cuartel y a cualquier costo. Derivado de esto, que llegará el momento en que ambos lados del conflicto comenzarán a parecerse y a absorber características del otro, debido a su odio mutuo.
El otro mensaje es: “si seguimos como estamos, las máquinas (computacionales, inteligencia artificial, robots y todo eso junto) nos partirán el alma”.
También podría decir que colé un pequeño mensaje optimista acerca de que “el conocimiento sirve”: pequeñas pizcas de información aparentemente inútiles pueden ser la clave de la supervivencia.
3. ¿Qué tipo de tecnología o cambio social futuro retrata tu relato?
Como tipo de tecnología, una que es extremadamente sofisticada pero que va agonizando debido a la dificultad creciente de abastecerse de recursos para mantenerla. Es algo que ya estamos viviendo: la acumulación de basura y su mínimo reciclaje para volver a producir cosas que volverán a la basura; en el intermedio se producen algunos artefactos novedosos que se vuelven a desechar sin más.
El cambio social que describo es el de una sociedad altamente militarizada (ni siquiera “estatal”), donde una élite guerrera sobrevive apenas para lo único que sabe hacer: destruir al enemigo, y construir armas con las migajas que quedan en el campo de batalla. Un escenario lúgubre, pero es lo que puedo imaginar llevando al máximo la situación actual, sombreada por un confiado pesimismo personal de que las cosas van a ir a peor.
4. ¿Crees que tu cuento critica la realidad o un futuro posible? ¿Por qué?
No, no lo critica: lo describe. Por supuesto que describe una realidad alterna, una entre infinitas utopías, pero traté de darle cierta narrativa de normalidad a aquello que digo en el cuento. Puestos los personajes en una situación límite que no tiene esperanzas de solución, no les queda más que aceptarla como cotidiana. Como escritor, mi único mensaje es “mira: esto es lo que habrá”.
En su acepción más simple, la crítica consiste en discernir la verdad del error: la verdad (y eso ya con bastante dificultad) es lo que conocemos ahora; el cuento intenta mostrar uno de los futuros errores posibles partiendo de las condiciones actuales. La crítica viene cuando, como lectores, relacionamos lo narrado con lo que conocemos y solo entonces podemos decir “Ah, ese es el porvenir al que nos enfrentaremos, futuro que no quiero”.
Ahora, supongamos que lo que narro en efecto se produce, al menos en sus rasgos generales. Y supongamos también que lo que escribí sobrevive a tales eventos. Y, más inverosímil todavía: que alguien que exista después de esos acontecimientos pueda leer y entender lo que escribí. Esa persona (humana, animal, digital o robótica), ¿criticará el contenido del escrito o lo verá como una descripción de un hecho histórico pasado?.
5, Consideras que la literatura de ciencia ficción puede retratar la realidad ecuatoriana.
Mmmmmm…jodido está eso: nuestro país es mínimamente productor de tecnología y aún menos de ciencia; las universidades hacen lo que pueden con lo poco que tienen. La invención es mínima y, de lo que se tiene como autóctono, se hace imposible innovar porque estafadores y parásitos del sistema lo patentan y lo protegen con cientos de derechos de copia (el caso de la ayahuasca o las especies de semillas transgénicas).
Lo que veo complicado es que una literatura ecuatoriana, de ciencia ficción ecuatoriana, pueda retratar la realidad ecuatoriana ya que aquí en el país hay poca ciencia. Y uno de los pilares de la ciencia-ficción es que debe haber un principio científico plausible que guíe y se desarrolle (de forma “dura” o “blanda”) en la narración. ¿Qué toca entonces?: inventarlo o bien “sacar” la narración del país y colocarla en universos paralelos, sociedades prehistóricas o extrapolaciones hacia utopías, futuras en su mayoría.
Eso último es lo que veo más factible, y de ahí mi cuento: el ocaso bélico de una sociedad que fue ultratecnológica, acabada por la anarquía de un capitalismo depredador y destructivo de todos los recursos, al punto de tener que hurgar en la basura para malvivir. Quítale algo de pesimismo a este último párrafo y tendrás un retrato-resumen del planeta actual.
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