
Por Diego Maenza
¿El aleteo de una mariposa en Nueva York puede provocar un tifón en Pekín?
Antonio Tabucchi
La agencia de turismo SAFARI EN EL TIEMPO S.A. ha puesto a disposición el servicio de viajes al pasado. Con un poco de temor, aunque presentando un semblante sereno y confiado, el turista del tiempo Eckels se atreve a regresar sesenta millones de años para cazar un tiranosaurio. En su afán por aparentar tranquilidad, Eckels conversa con los empleados de la agencia de temas banales y hasta de política. El día anterior se han llevado a cabo elecciones presidenciales y en su charla celebran que un político de apellido Keith ha derrotado al fascista Deutscher. La agencia maneja sus normas, muy escrupulosas, y se las explican al viajero. Con la finalidad de no dañar ni siquiera una brizna de hierba la agencia ha colocado estratégicamente una capsula flotante adonde arribarán los cazadores y un sendero antigravitatorio por donde deberán transitar los turistas, con la estricta prohibición de no abandonar el camino. Al señor Eckels lo acompaña el guía del equipo y otros tres cazadores profesionales. Ingresan a la máquina y se origina el prodigio. Viajan al pasado y llegan a la era mesozoica. La bestia que esperan ha sido previamente marcada con pintura roja por otros agentes que se han cerciorado de que dicho dinosaurio tendrá una muerte accidental segura, justo segundos después de que los cazadores le disparen. El objetivo está definido. El monstruo aparece desde la maleza y Eckels no soporta la presencia del inmenso animal, sale del sendero y huye intentando buscar refugio en la máquina. Los cazadores se encargan del tiranosaurio y le disparan en una zona mortal. Al desplomarse el animal, cae sobre su anatomía el árbol que estaba previsto que le daría la muerte. Al retornar a la máquina, el guía nota que los zapatos de Eckels se encuentran manchados de barro y al reparar que el turista se ha salido del sendero lo reprende con dureza. Eckels le resta importancia y alega que no ha aplastado ni siquiera un pasto. Ingresan a la máquina y emprenden el regreso a su año natural. Al llegar, toda la oficina de la agencia está en calma, pero los retornados perciben algo extraño. Aparte del poco perceptible pero molesto olor en el ambiente, Eckels nota en los letreros de la agencia una tipografía entendible, aunque levemente distorsionada. En su desesperación, interroga a un funcionario de la agencia sobre las elecciones del día anterior, y este le responde con felicidad que el presidente Deutscher administrará con fuerza y agallas. Eckels comprende su error. Explora el barro de su zapato y descubre una pequeña mariposa que ha sido pisada en su descuido.
Es el argumento del relato El ruido de un trueno del estadounidense Ray Bradbury. Con este cuento se pone en evidencia las consecuencias del efecto mariposa. El cuento de Bradbury fue anticipatorio, pues fue publicado diez años antes de que el concepto de efecto mariposa fuera acuñado de manera formal por el matemático y meteorólogo Edward Lorenz en sus estudios sobre la teoría del caos y el tiempo meteorológico.

El efecto mariposa indica básicamente que una perturbación inicial, al irse amplificando dentro de un sistema dinámico, puede generar consecuencias totalmente diferentes a una situación similar que no hubiese sido expuesta a esa anomalía anterior. Lorenz lo expresaba en el ejemplo de dos mundos gemelos. En el primero existe una mariposa que aletea. En el segundo, no. En el primer caso, circulando tiempo y espacio, el pequeño disturbio deviene en un huracán. En el segundo caso no se produce este acontecimiento.
Basadas en esta hipótesis, que aporta mucho en el campo de la ficción especulativa, se han desarrollado propuestas de toda índole. En ficción, el efecto mariposa se relaciona básicamente con un pequeño cambio en el pasado que llega a alterar de manera drástica el presente o el futuro.
Desde libros hasta películas, pasando por propuestas audiovisuales para consumo de masas, el efecto mariposa ha sido inspiración para una gran variedad de argumentos. Profundas o de corte filosófico, de naturaleza científica o de incisivos giros argumentales, las historias que exploraremos dan fe de la capacidad inventiva del ser humano en su afán de no contentarse con el penoso aquí y ahora, y del sueño de escapar de las limitaciones que el tiempo le impone.
Bajando a la realidad, y haciendo eco de los postulados científicos, viajar al pasado es cosa muy improbable, no así el desplazarse hacia el futuro, aunque no exactamente de la manera en que lo soñamos en libros y películas. Pero como hemos hecho hincapié, el anhelo de transcendencia del ser humano elude la barrera de la realidad y da el salto de fe al soñar con visitar mundos pasados y futuros para esquivar sus límites. En estas ficciones, viajar al futuro no tiene mayor implicación para cualquier historia o viajero a más del drama existencial del individuo que lo padece (ya sea por criogenización como en Proyecto Lázaro de Mateo Gil, que técnicamente hablando sería una permanencia más que un viaje, o por acceder a un espacio cercano a un agujero negro por las leyes de la física, como en Interestelar de Cristopher Nolan). En cambio, acudir al pasado siempre generará inconvenientes para los viajeros que se atrevan a realizar la exploración; y como el humano es ávido para afrontar lo prohibido y peligroso, buscará las maneras para acceder a toda costa a esta circunstancia que los dioses o la naturaleza le quieren negar.
La causalidad como condicionante de los minúsculos aunque significativos actos de los humanos está presente en las historias que veremos, con consecuencias catastróficas, tal como ese pequeño aleteo de una mariposa que ocurre ahora mismo en un oscuro rincón de Ecuador y que provocará un tifón en las Islas Fiji o un ciclón en las costas del Pacífico Norte.
La película El efecto mariposa, dirigida por Eric Bress, esconde una moraleja de carácter dramático y personal. En esta historia el joven Evan Treborn tiene la capacidad mental de desplazase temporalmente. Al darse cuenta de que alterando ciertos hechos del pasado puede modificar las situaciones presentes, intentará perturbar los acontecimientos y moldearlos a su conveniencia. La película se centra en una historia de amor, y con cada viaje al pasado Evan intentará modificar un presente cada vez más distorsionado por su absurdo empeño de intentar repararlo.

Menos centrada en las capacidades cognitivas y más inclinada hacia el lado metafísico, The jacket, película de John Maybury, inspirada en una novela de Jack London, presenta la historia de Jack Starks, un veterano de guerra que ha resultado herido con una bala en la cabeza. Es recluido en un psiquiátrico donde lo someten a un tratamiento experimental. Impedido por una camisa de fuerza, experimenta viajes temporales extracorpóreos. En sus escapes, Jack solo puede viajar hacia el futuro, nunca al pasado, y desde allí intentará averiguar datos relevantes que le permitan cambiar su situación en su presente de reclusión. Con información privilegiada obtenida del futuro, Jack logra suministrar fórmulas para sanar a un niño de una peligrosa enfermedad, pero lastimosamente no podrá mejorar ni su situación ni la de otros de sus allegados a quien le interesa proporcionar ayuda.
Prevenir el aleteo de la mariposa parece ser la consigna de Minority Report, película de Steven Spielberg basada en El informe de la minoría de Philip K. Dick. Este cuento, al igual que la película de Spielberg, maneja tanto el lado científico como el metapsíquico. En la historia existen los precognitivos (mutantes en cautiverio al servicio de la policía), quienes son explotados debido a sus capacidades psíquicas de visualizar los crímenes futuros. Con su servicio forzado se crea el sistema PreCrimen con intención de bajar las tasas de asesinatos en todo el país. Los precognitivos predicen el delito y las autoridades policiales se encargan de organizar los operativos que detendrán el aleteo de la mariposa.
Doce monos, dirigida por Terry Gilliam, ya parece ser un clásico, que ha inspirado a toda una horda de seguidores y epígonos (al igual que ha pasado con Minority Report, también se ha producido una serie televisiva de Doce monos). James Cole es un viajero del futuro que regresa para recabar información (o de ser posible muestras) de un virus liberado por la organización terrorista llamada el ejército de los doce monos y que ha azotado a la humanidad. Aquí también se plantea la intención de cambiar el futuro modificando hechos del pasado o sustrayendo datos relevantes para arreglar el futuro apocalíptico.
Inspirada en Doce Monos, el efecto mariposa se plantea también en Looper (dirigida por Rian Johnson), película de acción y ficción sobre profesionales del asesinato y viajes en el tiempo. Planteada en un futuro, Looper dibuja una sociedad donde se ha desarrollado el viaje temporal. A pesar de contar con esta proeza (y se intuye que precisamente para no modificar la Historia) ha sido prohibida por los gobiernos. También el asesinato. De este modo, las mafias acceden clandestinamente a los viajes temporales para enviar al pasado a sus víctimas a quienes no pueden ejecutar en su presente pero que serán ajusticiadas por los loopers a quienes premian con lingotes de plata amarrados a sus objetivos.
No todo es reflexión y acción en torno a los viajes temporales y al efecto mariposa. Acudamos también a una risa. En el episodio seis de la temporada seis del serial televisivo animado Los Simpson, uno de los personajes principales, Homero, crea sin proponérselo una máquina del tiempo con una tostadora averiada. La circunstancia ya resulta de por sí hilarante y está pensada para eso, para sacar la risa fácil del espectador, y se transforma en algo mucho más jocoso y absurdo cuando Homero recuerda el consejo que le ha dado su padre el día de su boda: “Si alguna vez viajas atrás en el tiempo, procura no tocar nada, porque hasta el más mínimo cambio puede alterar el futuro de una forma inimaginable”. Homero pretende arreglar su presente, pero cada vez que lo intenta con cada viaje al pasado termina distorsionándolo aún más, y a su regreso obtiene desde una sociedad autoritaria hasta hijos deformes. Finalmente se resigna a quedarse en el presente que más se le asemeja al real, a pesar de que la boca de sus familiares eyecta una lengua bífida para comer. De esta forma, la serie divulga el tema y rinde un tributo popular al cuento de Bradbury.
Volvamos a algo más formal. El efecto mariposa se da con plenitud en la teleserie española El ministerio del tiempo. De hecho, es la premisa de la serie, que se repite argumentalmente episodio a episodio. Esta serie de Pablo y Javier Olivares trabaja sobre acontecimientos históricos de España y Europa, donde los protagonistas, agentes de una entidad gubernamental secreta, deben impedir que sucesos históricos sean modificados o que no acontezcan (que Cervantes imprima el Quijote o que los nazis no descubran los viajes en el tiempo). La premisa: que no se modifique la historia, que la mariposa no aletee.

No me equivoco si aseguro que Leyendas del mañana es la serie televisiva que mejor hace acopio de los viajes temporales y que hasta ahora los ha explotado desde todos los ángulos imaginables. Quiero señalar, por el momento, únicamente la presencia del efecto mariposa. Desde el comienzo, cuando Rip Hunter recluta a las leyendas, ya se plantea el deber de los maestros del tiempo: cuidar la Historia, que no se modifique. Pero como expresé en líneas anteriores, quiero centrarme en donde más destaca el efecto mariposa, y es en la temporada tercera del serial. Luego de un incidente se han producido anomalías temporales y ciertos personajes determinantes de la Historia se han perdido de sus años naturales. Rip Hunter crea un Buró del tiempo (muy al estilo del Ministerio español) cuyo objetivo es controlar esos anacronismos y devolverlos a su tiempo de origen (un dinosaurio asolando la ciudad o un Julio César arengando a la gente en una playa, entre otros) para que así la Historia no sea alterada.
Finalmente cierro esta primera entrega hablando de Héroes, el serial televisivo de Tim Kring. Destacan dos personajes, Hiro Nakamura, que posee la habilidad de desplazarse en el espacio-tiempo, e Isaac Méndez, que posee el don de pintar el futuro. El personaje de Méndez logra dibujar y plasmar en su lienzo condiciones apocalípticas cuyas causas debe descifrar para evitar que ocurran. Es una suerte de efecto mariposa impedido, pues a esa tarea se ven abocados nuestros héroes con ayuda del prodigio de Isaac Méndez. Hiro Nakamura, por otro lado, tiene la capacidad de teletransportarse en espacio y tiempo. De este modo viaja tanto al futuro para corroborar las predicciones de Méndez como al pasado para acceder a alguna información esencial que le permita controlar el presente. En otro de los episodios es un Nakamura del futuro el que regresa a advertir de algún cataclismo que puede y debe ser impedido.
Al igual que Leyendas del mañana, Héroes es un dechado de posibilidades en torno al viaje en el tiempo, pues ambas series abordan la temática desde múltiples representaciones y nos invitan a contemplar situaciones variadas y originales, giros argumentales y perspectivas diversas acerca del tiempo.
En las próximas entregas iremos profundizando en los diferentes aspectos que abordan ambas series y otras, así como novelas, relatos y películas en torno a la temática del viaje temporal.
Fotos: Mandalay Pictures / 2929 Entertainment/ Section Eight /CW channel/ Warner Bros. Television

Diego Maenza
Escritor y editor ecuatoriano. Nace en 1987. Ha publicado el libro de relatos Teoría de la inspiración, que incorpora ribetes distópicos (primer volumen de la denominada Trilogía del arte) y el poemario Bestiario americano, libro que condensa mitos urbanos y leyendas de todo el continente. Es autor de Caricreaturas donde hibrida cuento y poesía, y de la novela Estructura de la plegaria que aborda temas sensibles como la pederastia y el aborto. Durante 2017 dirigió la revista digital de literatura latinoamericana Libro de arena.
Web oficial: www.diegomaenza.com
2 thoughts on “ESPECIAL ÓMICRON: Viajes a través del tiempo I: El efecto mariposa”
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