Por Sabiñe Susaeta
Hace unas semanas, se publicó en el sitio Teoría Omicrón (Revista digital de Ciencia Ficción y Fantasía) un artículo bastante polémico, en especial en estos tiempos (link aquí). Como revista emergente en estos géneros, y con una política en la cual buscamos abordar la Fantasía y Ciencia Ficción en tiempos modernos, consideramos absolutamente necesario pronunciarnos respecto a los dichos del autor del artículo, los cuales nos parecen que no pueden quedar en el aire, ni mucho menos sin recibir una replica.
Si bien nuestra revista está compuesta por dos editores, una mujer y un hombre, este artículo será escrito por mí, editora y cofundadora de Homúnculo, Sabiñe Susaeta. Esto es importante, porque me parece que si alguien va a decir los problemas que ha habido para las mujeres en torno a la literatura y estos géneros en particular, debe ser dicho por una mujer. Y no por un hombre. Mucho menos por un hombre con pensamientos tan heteronormados como los que ha dejado claro el artículo.
Es muy probable que el autor en cuestión José Hernández no haya tenido una intención dañina con sus dichos. Lamentablemente, esto demuestra que gran parte del pensamiento machista es inculcado por la cultura patriarcal en la mente de hombres y mujeres, inundando de esta concepción hasta su más profundo inconsciente. Sin embargo, a pesar de que posiblemente no fue escrito con una mala intención, debe ser aclarado el error en el que me parece que ha incurrido el autor. Un error dañino, pues puede influenciar en los muchos jóvenes lectores que siguen dicho portal.
Por qué parte mal el artículo
Para empezar, el artículo comienza con pésimo pie desde el momento en que desacredita y señala que la primera obra de Ciencia Ficción en occidente no nace con una mujer, como se ha dicho en relación a Mary Shelly y su obra Frankestein. No sé si el objetivo de esto es poner a un hombre en su lugar y quitarle el puesto de primera novela de Ciencia Ficción conocida en occidente, o es puramente una opinión crítica de parte del autor.
Sin embargo, nos parece totalmente fuera de lugar, puesto que su argumento para señalar que Frankestein no es una obra de Ciencia Ficción es el siguiente:
“Si bien es una obra que involucra la ciencia como un instrumento para darle vida al monstruo, sin embargo, desde el punto de vista moderno, la veracidad en la utilización de los rasgos científicos en la obra es cuestionada hoy -aunque también fue cuestionada en el tiempo que fue publicada-.”
La mayoría de los que estudiamos este tema sabemos que no hay una verdad absoluta ––pues es algo propio de las ciencias humanistas––, y que no hay postura única en torno a qué es la Ciencia Ficción. Sin embargo, jamás ha sido un elemento de la Ciencia Ficción la veracidad en la utilización de rasgos científicos,pues esto llevaría al absurdo de que la Ciencia Ficción fuera ciencia propiamente tal y no ficción. Creo que el autor está confundiendo “veracidad” con “verosimilitud”, que es hacer sentir, creer, al lector, que la ciencia que le está mostrando podría eventualmente, e imaginariamente, llegar a ser cierta.
Toda novela de ciencia ficción que sea escrita en una época, será probablemente desacreditada por las reales probabilidades de la ciencia a futuro. Muy poca de ella se convertirá en realidad. Si ahora alguien escribe que con electricidad se le da vida a un monstruo, tal vez no sea verosímil, pero en la época que Shelly lo escribió, sí lo era.
Si bien como revista no hemos dejado claro nuestra postura de lo que significa Ciencia Ficción, sí tenemos claro que la Ciencia Ficción no tiene por qué utilizar tecnología verdadera, ni siquiera posible, sino simplemente basar en tecnología y ciencia la explicación de los elementos fantásticos que en la narración se presente, y que sean coherentes con las propias reglas que ese universo ha manifestado.
Si Mary Shelly hubiera revivido al monstruo con una varita mágica sería Fantasía, pero lo revivió con aparatos tecnológicos y científicos, por lo que es Ciencia Ficción, desde nuestro enfoque (simplificando mucho la explicación).
Errada concepción del ser mujer y de nuestras dificultades ante la literatura
Voy a dejar nuestra postura clara desde este momento: Las dificultades de las mujeres en la Ciencia Ficción no ha sido por causas intrínsecas a nuestro sexo biológico, sino por causas sociales y culturales, pero no desde el enfoque que José mencionó, lo que será argumentado a continuación, siguiendo lo expuesto por el autor. No me detendré en todos los puntos que fueron dichos en ese artículo, sino en los que me parecen de mayor gravedad.
El primer punto me parece el más nefasto de todos:
“La primera dificultad se relaciona con las ansias de gloriaen los hombres y las mujeres, puesto que en la literatura de ciencia ficción masculina, uno de los troncos de la estructura es el héroe que tras una serie de dificultades y con la ayuda de algunos personajes logra triunfar sobre un enemigo o un gobierno. Este triunfo es muy relacionado con las ansias del mismo autor, ya sea porque desde pequeño esto se ve reflejado en las situaciones de competitividad, imaginándose campeón de futbol, lucha libre, aviación o un gran y letal soldado. Sin embargo, las ansias de gloria en la mujer no se expresan de la misma manera,ya sea por motivos de una cultura educacional y moral que pesa sobre ellas o por una búsqueda de una gloria diferente, más femenina o elegante, siendo una dulce niña, una princesa de gran talante o una admirada artista; por ello, el tema de la ciencia ficción no es más cercano a las princesas o damas que el de las batallas y luchas cuerpo a cuerpo.”
Intentaré no manifestar explícitamente las verdaderas emociones que me producen estas palabras. Sí, puede que haya niñas que quieren ser admiradas artistas o una princesa, pero estoy segura que es en al misma cantidad en que hay hombres que quieren ser admirados artistas o “reyes”. Lo de dulce niña, creo que ni siquiera reviste seriedad para ser contra argumentado. Me parece terriblemente perturbante que hoy en día existan hombres que creen que a eso aspiran de pequeñas las mujeres. Eso explica su errada concepción de lo que es ser mujer, y eso explica por qué nos miran en menos. (Y por qué muchas veces construyen tan malos personajes femeninos, por cierto)
No, señores. Las niñas cuando pequeñas quieren ser arquéologas, médicas, abogadas, algunas quieren llegar a la luna, otras quieren jugar fútbol o hacer artes marciales, al igual que los chicos. Hay mujeres para cada gusto. Así como hay chicos de los que gustan bailar y jugar a ser artistas. Si ustedes creen que las niñas no jugábamos a lucha libre, o al fútbol, es que no entienden nada.
No sé qué clase de imagen femenina tiene un hombre para hacerse una idea tan mediocre, simplista y genérica sobre lo que aspira una mujer de niña, como lo que señala el artículo. Espero que no hayan sido referencias en su vida real, de mujeres tristemente heteronormadas por su medio. También siento lástima por todos los hombres oprimidos por el entorno heteronormado, que no podían manifestar sus verdaderas pasiones, porque si querían ser un “delicado artista”, el mundo los criticaría al no aspirar a ser un “letal soldado.”
No, señores. No nos cuesta escribir Ciencia Ficción porque no podamos identificarnos con la gloria del héroe.
No. Nuestras dificultades, vienen de que durante décadas no pudimos ejercer nuestra opinión ni votar. O que durante décadas no pudimos asistir a la universidad, por lo que por supuesto que nos costaba escribir más sobre Ciencia que a un hombre: Porque los hombres nos quitaban ese conocimiento. Y porque mientras ellos jugaban a la política y los negocios, si una mujer escribía lo que pensaba, era mal visto.
Nuestras dificultades eran porque, en un contexto donde la mujer no debe estudiar sino ser obediente, si una mujer enviaba un manuscrito demasiado imaginativo, o hacia Ciencia Ficción, ni siquiera era recibido por una editorial, mucho menos por una revista. Y las que fueron expuestas fueron muy pocas, y en general (al menos en Chile), eran esposas de algún hombre importante o escritor.
Postura heteronormada
En relación a esto queremos dejar claro que como revista rechazamos el pensamiento heteronormado, y nos parece dañino que personas influyentes, que serán leídas por jóvenes, escriban como si los hombres fueran genéricamente de una forma y las mujeres de otra.
Creo que debemos dar un paso adelante en este asunto, especialmente porque si vemos fuera de Chile, la Ciencia Ficción es uno de los géneros preferidos actualmente para mostrar “nuevas sociedades”, donde la noción de ser hombre y mujer está lejos de parámetros patriarcales. Es cosa de mirar el mercado del género en España.
Lamentablemente, el artículo en cuestión está lleno de ideas y conceptos con una raíz machista y heteronormada muy profunda.
Más adelante el autor señala:
“Es igualmente cierto que en el plano de la educación secundaria es difícil establecer este tipo de afirmaciones, sin embargo, a nivel universitario, que es generalmente el grupo etáreo al que pertenecen los autores de literatura de ciencia ficción, la presencia en carreras relacionadas con el género es muy poca. No así con carreras más relacionadas con la emocionalidad, como pedagogías, parvularias, terapeutas o, incluso, enfermerías. Esto conlleva a relacionar, con justificación, la trama emocional de las obras literarias femeninas, por sobre el tecnicismo.”
Creo que el autor no sabe qué están haciendo las mujeres hoy en día. Efectivamente la falta de acceso a la universidad fue un obstáculo en la proliferación de mujeres con educación, pero en ningún caso se relaciona con las carreras que estudiamos. De hecho, la mayoría de autores de Ciencia Ficción, no son científicos.
Todo lo que sigue en el artículo está impregnado de la misma nota que lo que se ha transcrito: un montón de ideas terriblemente heteronormadas. Claramente el señor José piensa que las mujeres son calcadas de una forma, y los hombres de otros. Así lo demuestra con las palabras que siguen y comentarios como “No hay un arrebato masculino, sino una cautela femenina.”
Conclusión
Con posturas como las que expone el autor, es difícil avanzar en torno al género de la Ciencia Ficción en chile. Él señala que la Ciencia Ficción es un género “completamente masculino”, lo que me parece una afirmación sin datos, sin un estudio histórico y actual sobre quiénes han escrito en el género. Además, si cada escritora que escribe Ciencia Ficción, como Mary Shelly, va a ser desacreditada por posturas como estas, claro; siempre el resultado será que no hay mujeres escribiendo Ciencia Ficción.
Creo que la Ciencia Ficción es una, no existe la masculina y la femenina. Lo invito a leer autoras españolas como Rocío Vega, para que su concepto cambie un poco y amplíe su universo. Estoy segura de la Ciencia Ficción de Vega es mucho más “masculina” (desde su punto de vista), que otras sagas escritas por hombres en Chile, como “Orbe” de Michell Deb, lo que demuestra (sin entrar a un profundo análisis), que no hay una forma de escribir Ciencia Ficción definida para mujeres y hombres.
Como revista que busca especializarse en Fantasía y Ciencia Ficción, rechazamos estas ideas y aspiramos a impulsar a jóvenes en general, a escribir sin ideas preconcebidas sobre lo que escribe un hombre o una mujer.
Lo que es o no es Ciencia Ficción, es algo que será debatido hasta el infinito, y esperamos ser parte de ese debate presentando distintas posturas en nuestro primer número, que será publicado el segundo semestre del 2019.
Espero que ese número sea leído por el autor del citado artículo, y por todos quienes creen que la Ciencia Ficción es un género masculino, para que conozcan las mujeres que están escribiendo en torno al tema.
NOTA
El presente artículo fue tomado de la revista Homúnculo, autorizado por la autora.
Léase también Nota Aclaratoria
FOTO: Imagen de Jonny Lindner en Pixabay
Sabiñe Susaeta Herrera
Editora y escritora chilena. Estudié Derecho en la Universidad de Chile y me especialicé en el área ambiental. Actualmente estoy cursando el diplomado Literatura universal y pensamiento femenino en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.Desde siempre escribí y me dediqué a la literatura. Actualmente soy co–fundadora de Espectro Ediciones y Revista Homúnculo, ambos dedicados a la Fantasía y Ciencia Ficción.
1 thought on “DISCUSION ÓMICRON: Réplica: Sobre mujeres en la Ciencia Ficción. Por una mujer.”
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