Cristián Londoño Proaño
Una de las cosas que me gusta de la ciencia ficción es que es capaz de hablar de temas actuales pero mirando hacia un futuro lleno de posibilidades.
Isa J. González
El 21 de noviembre del 2021 leí en una web sobre los ganadores del premio Ignotus 2021. Este premio nació en 1991, otorgado anualmente por la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror a obras originalmente escritas en español. Estos premios equivalen a los premios Hugo de la Sociedad Mundial de ciencia ficción de los Estados Unidos. Una de las ganadores del premio Ignotus 2021 a mejor novela corta fue Isa J. González con su novela “La última luz de Tralia”, editada por Crononauta. Decidí investigar sobre la autora española. En su biografía se menciona que: “Nació en Barcelona en abril de 1991. Desde que aprendió a leer, ha ansiado también contar sus propias historias. Estudió biología en la Universitat Autònoma de Barcelona y después de graduarse realizó un máster de Historia de la ciencia para ser divulgadora científica. Pese a su formación, o gracias a ella, Isa ha estado siempre involucrada en el mundo literario. Cuando tenía 23 años abrió una librería-cafetería en la ciudad condal llamada Cafè dAlícia. En 2017 empezó a trabajar en Casa del libro, como librería especializada en cómic, fantasía, ciencia ficción, terror y literatura juvenil. Además de su labor como librera, ha trabajado como community manager en Sin Límites y lectora editorial”. Luego me puse a leer la obra ganadora y quedé gratamente conmovido. Me puse en contacto con la autora para entrevistarla para Teoría Ómicron y ella aceptó con mucha predisposición a dialogar.

Gracias por aceptar la entrevista para Teoría Ómicron, ¿cuándo empieza tu pasión por la ciencia ficción?
No podría marcar una fecha exacta, pues mis gustos siempre se han decantado hacia lo fantástico. También he sentido una fascinación hacia el espacio desde pequeña. Lo que sí recuerdo con exactitud es cuando empecé a leer historias de ciencia ficción: con 16 años leí distopías y otros libros clásicos como 1984, Nosotros, Hyperion o La carretera.
En 2014 abrí un blog de literatura y gracias a otros blogs y sus reseñas, empecé a conocer y leer más ciencia ficción, mucho más variada.
¿Cuáles son los autores y autoras de ciencia ficción que motivaron tu escritura de ciencia ficción?
Podría decir muchísimos nombres de autores y autoras que me han despertado el gusanillo de escribir ciencia ficción. Mangakas como Saki Hiwatari, CLAMP o Makoto Yukimura, escritoras como Aliette de Bodard, Ursula K. Le Guin, Octavia Butler o Ken Liu… Pero si tengo que destacar un nombre, ese sería el de Becky Chambers. Con El largo viaje a un planeta iracundo, el primer libro que leí de ella, descubrí una manera diferente de contar historias.
A la hora de escribir las historias de ciencia ficción, ¿cuál es tu proceso de escritura?
Soy un poco caótica a la hora de escribir. Primero suelo estar un tiempo (que puede variar de pocos días a varios meses) macerando la historia en mi cabeza. Sobre todo pienso en los personajes y el mundo, pues no me suele funcionar bien escaletar la trama antes de empezar. En ese punto también pienso sobre qué temas quiero tratar y sobre qué quiero escribir. Una de las cosas que me gusta de la ciencia ficción es que es capaz de hablar de temas actuales pero mirando hacia un futuro lleno de posibilidades. Mis historias suelen estar ambientadas en el espacio, así que también dedico tiempo a pensar en el escenario: ¿pasará en una nave, en una estación, en otro planeta?
Luego, cuando ya empiezo a escribir, es cuando voy añadiendo detalles. Suelo trabajar mejor cuando tengo libertad para añadir elementos a medida que avanzo con la historia (aunque a veces significa que tengo que escribir varios borradores).
Este año 2021 ganas el premio Ignotus por tu novela corta “La última luz de Tralia”, uno de los importantes premios de ciencia ficción en español, ¿qué significa este premio para ti?
Significa muchísimo. De hecho, aún no acabo de creerme que lo haya ganado. El premio Ignotus es un premio popular y el hecho de haberlo ganado significa que a gran parte de los votantes les ha gustado la novela. Saber que muchos de mis lectores han disfrutado de la historia me llena de ilusión y emoción.
En tu novela cuentas sobre la relación entre dos razas de un mismo planeta, ¿es una metáfora de lo que vivimos en nuestro planeta? ¿Aprender sobre la diversidad y la tolerancia?
Cuando escribí La última luz de Tralia, tenía claro que quería hablar de este tema. Es un tema recurrente, la idea de aprender a respetarnos mutuamente, a entendernos y a empatizar con el otro. La idea de que la colaboración es esencial para el futuro. Es algo que tenía muy presente a la hora de escribir la novela.
En tu novela hablas sobre la extinción de razas, ¿acaso es una advertencia de lo que sucede en la Tierra con el cambio climático? Puedes explicarnos tu respuesta.
Como he comentado antes, para mí la ciencia ficción es una manera de evaluar nuestro presente pero mirando hacia el futuro, hacia la especulación. Estamos viviendo una situación terrorífica con el tema de la crisis climática y para mí lo raro sería que una novela actual que explora el futuro partiendo de nuestro presente no tocara ese tema.

Desde tu experiencia y perspectiva, ¿cuál es la función de la literatura de ciencia ficción, considerando que es un género popular?
Más que una función o una finalidad, creo que la ciencia ficción es un medio y para qué se use ese medio depende muchísimo del autor. Pasa lo mismo con la fantasía: son géneros que abarcan una cantidad impresionante de historias y todas son válidas aunque sean muy diferentes entre ellas. Por supuesto, muchos libros de ciencia ficción pueden especular sobre el futuro, hablar de temas que nos afecten en nuestro presente. Pero no creo que eso sea un elemento necesario para una novela de ciencia ficción. La literatura escapista es igual de válida que la que trata temas serios.
En la ciencia ficción hay tecnologías, ¿consideras que necesario es uso de tecnologías en la ciencia ficción?
No diría necesario, aunque suelen estar presentes en casi todas las novelas de ciencia ficción. Sin embargo, la ciencia ficción explora el futuro de muchas maneras y hay escritores que han imaginado mundos futuros en los que la tecnología brilla por su ausencia. Se me ocurre ahora Quien teme a la muerte, de Nnedi Okorafor, o algunas de las obras de Paolo Bacigalupi. Lo que sí veo necesario para etiquetar una historia de ciencia ficción es el novum: ese elemento que parte de una lógica científica y que estructura la ambientación.
Sin embargo, la ciencia ficción y los demás géneros especulativos están apostando cada vez más hacia la hibridación y la mezcla de géneros y no sé hasta qué punto esto será así en el futuro.
Para finalizar, ¿Crees que la ciencia ficción puede advertir el futuro, cuando el futuro cada vez nos queda a la vuelta de la esquina?
No sé muy bien cómo contestar a esta pregunta, sobre todo porque tengo dos opiniones muy encontradas sobre el tema. Por un lado, creo en la bondad del ser humano y en la capacidad de evolucionar y cambiar. En este caso, la ciencia ficción puede ayudar a entender nuestro presente para cambiar el futuro del que nos advierte. Hay distopías, utopías e historias de ficción especulativa muy interesantes sobre el tema y una muestra de eso son los nuevos subgéneros que están emergiendo, como el hopepunk o el solarpunk.
Y aunque tengo también un lado más pesimista y desesperanzador, cuando escribo siempre aparto esa Isa y me enfoco en la que cree en la bondad del ser humano. Mis historias siempre tratan sobre la esperanza, pues quiero que mis lectores puedan viajar a un mundo mejor, imaginar un mundo mejor. Construir en vez de destruir. Ver la luz en vez de obsesionarnos con la oscuridad. La ciencia ficción nos permite viajar al futuro, así que yo, como escritora, elijo que ese viaje sea hacia un futuro mejor.
Me despido de Isa con la convicción de que es una joven escritora que conoce su oficio, y que conoce sobre los temas de la ciencia ficción, y sabe las múltiples posibilidades que el género entrega al lector, lo que le permite hacer historias que obligan a reflexionar sobre el presente y uno de los posibles futuros. Sin duda, una destacada omicroniana.
FOTO: Isa J. González / Crononauta
Cristián Londoño Proaño
Quito, 1973. Escritor, guionista, productor y realizador audiovisual, y editor y director de la revista digital “Teoría Ómicron”. Inventó y desarrolló el concepto de la novela de fantasía andina. Sus artículos se han publicado en varias revistas digitales y sitios web de México, España, Argentina, Chile y Ecuador. Publicó el libro de no ficción “Entre la ciencia ficción y la fantasía” (2020). Publicó las novelas “Misión Antares” (2019), “El retorno de La Luz” (2018); Doce Horas” (2016), ”Underbreak” (2015), “El Tiempo Muerto” (2015), “Los Improductivos” (2014) y “El Instinto de la Luz” (2011). Publicó los poemarios: “Desojare” y “Luna de Solitarios”. Obtuvo los premios: I Bienal de Joven Poesía Ecuatoriana Jorge Carrera Andrade, el primer premio del V Festival al aire libre del Municipio de Guayaquil y una beca del fondo de fomento a la producción artística del Ministerio de Cultura del Ecuador. Escribió y dirigió las obras de teatro: “Amantes azules” y “Los Cirios Negros”. Escribió, dirigió y produjo varios documentales y series documentales como: “Jorge Enrique Adoum: el poeta desenterrado”, “La Belleza de Sentir” , “Arte de Sentir” y “Literamanía”. En el 2019, ganó la convocatoria de script doctors del Instituto de Cine y Creación Audiovisual. En 2020 ganó la convocatoria emergente del IFFIC 2020.
Web oficial: www.cristianlondonoproano.com
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Interesante entrevista, muy bien conducida por Londoño, en la cual tenemos oportunidad de conocer a una destacada autora de la nueva generación. Es de esperar un brillante futuro para Isa González.