Por Patricia Enderica Espinosa
Ada Lyn, una eficiente y bella niñera dueña de un agradable nombre musical, acude a trabajar en la casa de Jules, un niño curioso e inteligente (para quienes saben reconocer estos dones), pero para el resto de la humanidad, un travieso ingobernable.
Cuando el libro llegó a mis manos y empecé a leer sus primeras líneas, debo reconocer que me pareció una readaptación de las historias de las tan populares niñeras Mary Poppins y Nanny McPhee. Sin embargo, cuando la nana se abre el pecho, para demostrar su afecto, y le muestra al pequeño Jules una máquina perfecta llamada corazón, es ahí donde la autora logra llevarme cautiva a través de una aventura inimaginada.
«Es el corazón que me dio mi querido padre Zachary, y ahora es solo para ti Jules. ¡Te quiero con todo mi corazón!»
Sí, estamos hablando de una niñera autómata, de una máquina diseñada y fabricada para imitar la forma y el comportamiento de un ser humano, y dispuesta para su servicio. Pero la inteligencia artificial de esta niñera supera todas las expectativas; llevándonos a creer que es capaz de tomar decisiones propias y expresar sentimientos. Ada Lyn, junto a otros “hermanos y hermanas”, fue creada por la genialidad de Zachary, un científico que decidió apartarse del mundo y crear su propia isla, a fin de que sus inventos no cayeran en manos equivocadas. Y ella, junto a un grupo de otros autómatas, fue enviada de forma camuflada, a la prestigiosa agencia: Imperial Nannies, con la única intención de educar a los niños del mañana.
«Es un trabajo que avanza poco a poco, pero si solo conseguimos que un niño no vuelva a cometer los errores de sus antepasados ya estaríamos cambiando el mundo, un individuo a la vez».
De tal suerte que, Ada Lyn, desafiando al espacio y al tiempo, sin instinto de autoconservación y siendo capaz de atentar contra su propia integridad; ha intervenido en el cuidado y la formación de niños con futuros brillantes a lo largo de la historia. Y ahora le ha llegado el turno a Jules, el mismo que, motivado por los fantásticos relatos de la nana acerca de tecnologías desconocidas, vida interplanetaria y visiones futuristas, se convertiría en uno de los escritores precursores de un maravilloso género literario.

Entonces continué leyendo y descubrí que la riqueza de este libro no solo consiste en el insigne argumento de elucubrar una niñez fantástica de un gran literato francés, sino, en las múltiples historias tejidas dentro de la misma historia. Otorgándole cierta hibridez entre novela y cuento. Subtemas abordados con humor y sutileza como la depresión, el suicidio, el bullying, la adopción, la religión, el egoísmo y la esclavitud; mostrando una intertextualidad con referencias que el lector adulto será capaz de comprender, y el lector joven tendrá ganas de conocer.
Ambientada en plena época victoriana y con tecnología anacrónica que solo unos pocos elegidos sabrán de su existencia, esta novela steampunk producto de la genialidad de Tanya Tynjälä, y el talento visual de Eunice Espinoza, debería ser el libro introductorio para todos aquellos nóveles amantes de la Ciencia Ficción.
Foto: Ada Lyn, Tanya Tynjala, Editorial Norma.

Patricia Enderica
Nació en Quito, en 1981. Es doctora en medicina, máster en seguridad y salud ocupacional, amante de la lectura y escritora de literatura infantil y juvenil.
Su escritura se inclina por el abordaje de temas poco comunes, matizados con pequeños toques de realismo mágico. Su estilo exclusivo, breve y conciso, atrapa y envuelve desde la primera línea. Historias asombrosas y personajes inolvidables que se fijarán para siempre en la memoria del lector; llevándolo a considerar que su opinión sobre el mundo no seguirá siendo la misma.
Algunos de sus relatos breves forman parte de libros publicados en España. En Ecuador ha publicado Como dos gotas de agua (Libresa, 2015), por recomendación del Jurado del Concurso Julio C. Coba, Libresa 2015, La mano prohibida y otros cuentos (El Ángel Editor, 2016) y Vaca Nieves (Chacana Editorial, 2017).
Enlace de su blog: https://lij-ecuatoriana.blogspot.com/
5 thoughts on “REPORTE ÓMICRON: Ada Lyn”
Comments are closed.