Teoría Ómicron

Revista de ciencia ficción y fantasía

HABLANDO CON OMICRONIANOS: Fernando Naranjo y los custodios de la piedra

Nuestro director Cristián Londoño Proaño conversa con el escritor ecuatoriano Fernando Naranjo.

Cristián Londoño Proaño

En el Ecuador, la literatura de ciencia ficción es uno de los parientes pobres. No ha tenido inclusión en el canon de la literatura. Recién en las últimas décadas, los nuevos investigadores como Iván Rodrigo o Álvaro Alemán, han puesto su contribución en el descubrimiento de los precedentes de la ciencia ficción ecuatoriana. En las diferentes décadas, los escritores y escritoras de genero han sido pocos. Recién en la época contemporánea tenemos escritores y escritoras que definen su arte en al ciencia ficción, no han salido hacia el mainstream. Uno de los casos representativos en el Ecuador es el escritor guayaquileño Fernando Naranjo. Es arquitecto de profesión, narrador e ilustrador. Autor de los libros “La era del asombro”, “Cuidate de la coriolis de Agosto”, “Guasmo Sur” y su reciente libro “Los custodios de la piedra”. Fue Presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana núcleo del Guayas.

De Derecha a izquierda: Santiago Paéz, Fernando Naranjo, Iván Rodrigo, Cristián Londoño Proaño, y María José Chiriboga.

En el 2014, tuve la suerte de conocer a Fernando Naranjo en el lanzamiendto de mi novela “Los Improductivos”, cuando asistió al evento en la Casa de la Cultura Ecuatoriana en Quito. Fue un momento emotivo, había logrado reunir a los pocos que nos dedicamos al arte de la literatura de ciencia ficción como son Iván Rodrigo, Santiago Páez, Fernando Naranjo y Jorge Miño. Desde ese tiempo, Fernando y yo hemos conversado sobre la ciencia ficción ecuatoriana y nuestras preocupaciones. Como editor, lo invité a formar parte de la antología de ciencia ficción “Visiones ecuatoriales” que publicó Ómicron Books y Libros Duendes.

Ahora me acerqué para conversar con este autor ecuatoriano.

Gracias por aceptar la entrevista para Teoría Ómicron. Tu pasión es la Arquitectura, ¿cómo llegas a la ciencia ficción? ¿Cuándo empieza tu pasión por la ciencia ficción? 

La pasión… la ejerzo en cualquiera de los ámbitos que he logrado plantearme como formas de mi expresión que, aparte de la escritura, incluyen la arquitectura, el dibujo, la pintura. Pero hay una preocupación que, efectivamente, apasiona: cómo usar el talento que forjaste de tal modo que tus productos sean estupendos…

¿Cuáles son los autores de ciencia ficción que motivaron tu escritura de relatos de ciencia ficción?

Ninguno en particular… Pero desde mis doce años (mediados de los 60) comencé a dedicar algo más de tiempo a la lectura. Lo usual: mucho cómic… Por entonces los súper héroes eran contados. Mi madre, por su parte, nos leía resúmenes (recuerdo el de Robinson Crusoe) y papá adquirió una enciclopedia que fue deslumbrante. Me interesaron tres cosas: la historia, la mitología y la divulgación científica… Esos fueron los orígenes de mis lecturas

La literatura ecuatoriana de ciencia ficción ha sido escasa y en algunas épocas incipiente, ¿a qué crees que se debe esta situación? ¿Tal vez un cierto menosprecio del canon literario ecuatoriano? 

Sin duda. Intervienen, sobre todo, aspectos formativos de autores y lectores; la contingencia de un ejercicio literario avasallador a nivel nacional, como lo fue la literatura del 30, una generación literaria definida y poderosa. No creo haberme zafado del todo de la importancia del realismo social en mis escritos… Recuerdo haber visto hace muchos años una reseña de un escritor de CF de quién se decía que era una suerte de Balzac del futuro. Creo que persigo algo parecido: que la CF que escribo ofrezca un ejercicio de verosimilitud dialéctico e histórico.

A la hora de escribir las historias de ciencia ficción, ¿cuál es tu proceso de escritura?

Preguntar: ¿Qué pasaría si…? Y después darle y darle la vuelta al asunto, hasta que puedas verlo. Hago lo que todos hacen: dibujos, mapas, cálculos, genealogías, extrapolaciones, analogías, y todo para responder a esa, o esas, preguntas de las que hablé arriba.

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Ahora conversemos sobre tu último libro “Los custodios de la piedra”. En varias de las historias la ciencia ficción está presente para hacernos mirar un futuro, para ponerse en juego de multiversos, ¿Es tu intención? 

No lo sé. Se trata de historias mas bien distópicas, ucrónicas… Con la menor cantidad de fantasía, de ser posible. En rigor, te cuento que leo muy poca ciencia ficción; veo filmes de CF sin mucho entusiasmo, y no conozco de las subdivisiones con las que actualmente se estudia el género. Eso de los multiversos creo que no está muy claro… Si desarrollo una historia paralela, al parecer ni puedo ni debo transgredir las bases universales de la física, pero sí las multiversales… Para muchos críticos y reseñadores, como que por ahí va la cosa… En el multiverso no te condenan por los pecados universales. Me desentiendo de esos devaneos porque mi formación literaria, aparte del cómic, es clásica, digamos, y mi única preocupación es ser comprensible.

En uno de los cuentos, se rapta a Medrado Ángel Silva, memorable poeta ecuatoriano, para salvarlo de su destino y ponerlo en otro tiempo. ¿cuál es la intención de esta ciencia ficción?

Conocer Guayaquil de comienzos del siglo XX, difundir una visión del vate menos acartonada, indagar en la posibilidad de que no fuese un suicidio sino un homicidio… Para el centenario de su muerte se dio una interesante charla donde uno de los invitados, que es un abogado muy talentoso, y que había estudiado los protocolos que se siguieron después del deceso del poeta, encontró que los protocolos aplicados involucraban un rigor muy laxo, tal vez encubridor… El libro de mi tocayo Fernando Balseca sobre la vida de Medardo Angel Silva, fue una fuente insoslayable para escribir este relato y está lleno de estas y otras posibilidades dignas de estudio.

Las historias que haces pueden tener ciencia o no, no utilizas método científico en la construcción, pero sí la extrapolación como recurso, ¿la intención es escribir una ciencia ficción blanda?

Al contrario. Pero, penosamente, acarreo mis restricciones de tipo formativo. Leer historia no me vuelve historiador, como leer divulgación científica no me vuelve científico. Me gustaría hacer una CF científica; pero aparte de que eso podría resultar en un bodrio aburrido y de difícil digestión, trato de escribir historias divertidas, casi cotidianas, ligeras, pero con un respaldo de ciencia ficción tan obvio como natural.

Desde tu experiencia y perspectiva, ¿cuál es la función de la literatura de ciencia ficción, considerando que es un género popular? 

Enseñar y divertir… O a la usanza de ciertos pedagogos conocidos: enseñar divirtiendo. Y advertir. Advertir de que hay efectos generados por nuestros actos y que tales efectos pueden resultar ser irreversibles y fatales para otras generaciones. La CF debe ser encantadora. Hay un cuento de Bioy Casares, creo que es El calamar opta por su tinta, donde la CF fluye como un río con todos sus caudales, orillas lamidas e inevitables desembocaduras. Eso busco… A veces. Una CF directa, divertida, amena y encantadora, y completamente sumergida en el mundo real.

En la Latinoamérica, ¿consideras que la ciencia ficción es un camino válido para retrata muestra contemporaneidad?

Por supuesto. La CF y el policial. En Chile, Argentina, Brasil, Venezuela, y en Cuba desde luego (se trata de países donde conozco varios autores que me fascinan, no conozco autores de otras partes; confío que debe haberlos) hay no solo esfuerzos de autor; hay una correspondiente y responsable inversión editorial que ha crecido a punta de buenos productos y de una tenacidad de santo.

FOTO: Fernando Naranjo

Cristián Londoño Proaño

Quito, 1973. Escritor, guionista, productor y realizador audiovisual, y editor y director de la revista digital “Teoría Ómicron”. Inventó y desarrolló el concepto de la novela de fantasía andina. Sus artículos se han publicado en varias revistas digitales y sitios web de México, España, Argentina, Chile y Ecuador. Publicó el libro de no ficción “Entre la ciencia ficción y la fantasía” (2020). Publicó las novelas “Noches oscuras, bocas grandes” (2021); “Misión Antares” (2019), “El retorno de La Luz” (2018); Doce Horas” (2016), ”Underbreak” (2015), “El Tiempo Muerto” (2015), “Los Improductivos” (2014) y “El Instinto de la Luz” (2011). Publicó los poemarios: “Desojare” y “Luna de Solitarios”. Obtuvo los premios: I Bienal de Joven Poesía Ecuatoriana Jorge Carrera Andrade, el primer premio del V Festival al aire libre del Municipio de Guayaquil y una beca del fondo de fomento a la producción artística del Ministerio de Cultura del Ecuador. Escribió y dirigió las obras de teatro: “Amantes azules” y “Los Cirios Negros”. Escribió, dirigió y produjo varios documentales y series documentales como: “Jorge Enrique Adoum: el poeta desenterrado”, “La Belleza de Sentir” , “Arte de Sentir” y “Literamanía”. En el 2019, ganó la convocatoria de script doctors del Instituto de Cine y Creación Audiovisual. En 2020 ganó la convocatoria emergente del IFFIC 2020.

Web site oficial: https://www.cristianlondonoproano.com

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