Dante Vázquez
Israel pisó el acelerador del tráiler, mientras Symphony of Destruction marcaba el tiempo del penúltimo tramo de la carretera. Las luces tuertas parpadeaban y el ritmo cardíaco de Israel iba en aumento.
Israel salió del reclusorio dos años después que Víctor. Ambos fueron amigos desde la adolescencia. Fuertes y rebeldes, y marcados por la ausencia de sus padres, al graduarse de la escuela secundaria decidieron ir contra la ley y la autoridad. El robo a transporte de carga era un gran negocio en apogeo durante la dictadura de la Marea Roja. Pronto compraron bienes materiales y la extravagancia y el exceso pudren el juicio. En un golpe fallido lo perdieron todo y en el hoyo conocieron el infierno. Despertaban sobre excremento y orines. Dormían atados a las rejas. Su cuerpo se fue acostumbrando a los golpes de los custodios y de los otros reos.
—Voy a dejarle un recuerdito al Willy, igual que el que me hizo —Víctor dijo firme a Israel, tocándose la cicatriz de la cara, antes de llegar a la celda—. Nomás ponte pila, colega.
Israel contuvo a reos mirones y partidarios, y a los custodios autoritarios. Israel sonrió. En apariencia la pelea terminó con un grito de dolor lastimoso. Israel les dio la espalda y Víctor empujó a Israel, e Israel tapó con las manos la herida que Víctor recibió por él. Una vida se compensa con una vida.
—Saldaremos deudas, colega —dijo Víctor ofreciéndole una cerveza clara a Israel—. El trabajo será sencillo; y, la paga, jugosa, colega. ¡Venga!, por los viejos tiempos. Además, la Martina también te lo agradecerá, colega.
—Cámara, carnal, allá te veo. Nomás que de ahí pa’l real tú y yo ni nos topamos —dijo Israel después de darle un largo trago a su cerveza. Y suspirando y apretando la mandíbula golpeó la pared con su mano libre.
Víctor dio unas palmadas a Israel en el hombro, y luego se subió a una camioneta negra con los vidrios polarizados que llegó por él. Israel se levantó del suelo, se limpió el sudor con el dorso de su mano, se acercó al mostrador y con voz temblorosa, algo raro en él, dio las gracias y se dirigió a su casa. Estaba seguro que nadie sabía de Martina.
Quizás te interese
-
CRONISTAS ÓMICRON: El videojuego de moda
Publicamos el relato «El videojuego de moda» e Dan Aragonz.
-
CRONISTAS ÓMICRON: Una frutilla madura
Publicamos el relato «Una frutilla madura» de Marcelo Medone.
-
CRONISTAS ÓMICRON: Divergencias temporales
Publicamos el relato «Divergencias temporales» de Pedro Pablo Picazo.
—Todo estará bien, mi princesa. Ya sabes cómo va la movida con el cubulilla del Víctor —dijo Israel a Martina abrazándola fuerte, y bailando una especie de vals—. El dinero da igual, lo quiero es que estemos tranquilos: lo que no se paga en su momento se vuelve un monstruo.
Martina besó a Israel, antes de santiguarlo y cerrar la puerta; donde recargó su espalda para deslizarse hasta quedar sentada, ceñir sus piernas y esconder la cabeza en sus rodillas. Acarició su vientre, y el sonido de vidrios rotos y sus sollozos desgarraron el silencio de la noche. Un escalofrío le erizó la piel. Israel metió las manos en los bolsillos de su sudadera, volteó al cielo y caminó aprisa bajo las luces amarillentas de la calle.
Israel suspiró y fijó su mirada en la negra profundidad del asfalto. Sería su liberación absoluta. Al oír el inicio de Seek & Destroy, Israel supo que era el tramo final de la ruta. Disminuyó la velocidad, utilizando freno de motor, para pasar desapercibido por el retén de La Brigada de Hierro. Aullaron las sirenas iluminando de azul y carmesí el horizonte. Israel provocó los rugidos de la bestia que conducía.
¡RECHINIDOS! ¡CRISTALES ROTOS!
¡EXPLOCIONES! ¡SANGRE!
¡SANGRE! ¡EXPLOCIONES!
¡CRISTALES ROTOS! ¡RECHINIDOS!
Recomendaciones
-
LEYENDAS DE ALQUILER
Autor: Pedro Pablo Picazo
ÓMICRON BOOKS
Libro digital – Ciencia Ficción
Formato: ePub y PDF Este libro se puede visualizar en dispositivos iPad, iPhone, Tablets, celulares, PC y Mac -
POPAPOCALIPSIS
Autor: Lautaro Vincon
ÓMICRON BOOKS
Libro digital – Ciencia Ficción
Formato: ePub y PDF Este libro se puede visualizar en dispositivos iPad, iPhone, Tablets, celulares, PC y Mac -
TODOS LOS INFIERNOS: Antología ecuatoriana de terror contemporáneo
Varios Autores
ÓMICRON BOOKS – LIBROS DUENDES
Libro digital – Terror
Formato: ePub y PDF Este libro se puede visualizar en dispositivos iPad, iPhone, Tablets, celulares, PC y Mac
Israel maniobró para esquivar los pedazos de metal que se estampaban contra el suelo. Pensó en Martina y aceleró a fondo, un zumbido ensordecedor le perforaba los tímpanos. Olía a carne calcinada, a aceite quemado, a hierba chamuscada y a mierda fresca. Le dieron náuseas, y tembló al entrar por el gran portón del punto de entrega. La bodega estaba en penumbra. La camioneta donde se había subido Víctor esperaba en medio. Israel descendió sigiloso y distinguió varias sombras. Una de ellas llamó su atención: era de mujer, la de Martina. Corrió angustiado a su encuentro. La cabeza de Víctor rodó a sus pies.
—Bien hecho, colega —dijo una voz grave y rasposa—. ¿Te sorprende?
A ti y a ese hijo de la gran puta los recuerdo al verme al espejo. Imponer una herida no es superar el pasado. Siempre jugamos con cambios y permanencias. Sayonara, colega.
ZUUUMBIDOS. Willy abordó la camioneta mientras los gritos de Martina estremecían la amplitud de la bodega. ZUUUMBIDOS. Israel se dirigió al tráiler por la pistola que traía en la guantera. ZUUUMBIDOS. Un brazo color carbón y velloso jaló sus piernas. ZUUUMBIDOS. La cabeza de Israel se estampó en seco contra el cemento. ZUUUMBIDOS. Martina vómito una y otra vez, al ver los ojos escarlata y la piel verdiazulina y viscosa del hombre mosca que succionaba las vísceras de Israel. ZUUUMBIDOS. El enorme hocico trompetero del hombre mosca perforó el vientre de Martina. ZUUUMBIDOS. ZUUUMBIDOS. ZUUUMBIDOS. ZUUUMBIDOS. ZUUUMBIDOS. ZUUUMBIDOS. ZUUUMBIDOS. ZUUUMBIDOS. ZUUUMBIDOS. ZUUUMBIDOS. ZUUUMBIDOS. ZUUUMBIDOS
FOTO: Pixabay
Dante Vázquez
México, 1980. Elegante imaginante caminante, técnico en poesía y narrador kamikaze, finalista de la modalidad A de la IV Edición del Premio “Caperucita feroz” de cuentos Ápeiron Ediciones, 2020; finalista del XI Certamen Internacional de Poesía Fantástica miNatura 2019; finalista del IX Certamen Internacional de Poesía Fantástica miNatura 2017; finalista del III Premio Internacional de Poesía Jovellanos, El mejor Poema del Mundo, Ediciones Nobel, 2016; primer lugar en el Concurso Cuentos de Mucho Miedo, Mucho Miedo Mx: Todo sobre Horror, 2015; ganó el VI Certamen Internacional de Poesía Fantástica miNatura 2014. Es autor de Apocalipsis hoy, (H)onda Nómada Ediciones, Colección Pase de Abordar, 2013; y de Casa de muñecas, 2020. Cuentos y poemas suyos han sido publicados en distintas antologías y revistas digitales e impresas.
Más historias
INFORME ÓMICRON: La jornada de lo fantástico y maravilloso
CRONISTAS ÓMICRON: Esas luces que parpadean
CRONISTAS ÓMICRON: Una partida de ajedrez
CRONISTAS ÓMICRON: Todos los males
CRONISTAS ÓMICRON: Trampantojo
CRONISTAS ÓMICRON: Misterios del número tres