Teoría Ómicron

Revista de ciencia ficción y fantasía

REPORTE ÓMICRON: Viaje al universo vecino

Publicamos la reseña «Una novela que explora desde la filosofía y la ciencia, la posibilidad de un universo cuántico» de José Miguel Serrano.

Por José Miguel Serrano Montes

La ciencia ficción tiene un cariz especulativo: la palabra especular viene del latín speculari que significa observar, escudriñar, ir más allá de lo evidente. Si bien especular tiene una connotación peyorativa, en su sentido más lato, especular es un ejercicio dialéctico en donde se aúna la imaginación y el razonamiento hipotético. Todo discurso utópico es en esencia la exposición de argumentos especulativos. Y esto emparenta a la ciencia-ficción con la filosofía. 

Un rasgo capital que define la valía de la ciencia ficción como experiencia estética y humanística es el arte de imaginar el presente, el pasado o el futuro de un mundo posible en una cantidad infinita de multiversos (carácter especulativo de la ciencia ficción). Las grandes obras de ciencia ficción intentan responder a la siguiente pregunta: ¿qué sucedería si…? ¿qué ocurriría si la especie humana lograse viajar a un universo paralelo de carácter cuántico? Ese qué sucedería o que ocurriría sería un condicional contrafáctico: una hipótesis que rompe con los hechos conocidos para especular con opciones especulativas que sorprenden y maravillan a los lectores, ejemplo: un planeta viviente, un mundo cuántico (-Paraíso, metáfora de Dios, metáfora del infinito), etc.

La mecánica cuántica trata de la conducta de las partículas subatómicas. Un paquete de energía, los físicos lo llaman Quanta. Los fenómenos que observa la mecánica cuántica rebasan los patrones lógicos que determinan la vida de los hombres comunes. En la física cuántica lo extraño y lo inusual son la regla común, verbigracia:

1.-La superposición cuántica: una cosa puede ser una cosa o cientos de cosas a la vez. Un electrón puede estar orbitando alrededor del núcleo en múltiples y diferentes trayectorias.

2.-El entrelazamiento cuántico: sucede cuando objetos cuánticos, por ejemplo, protones mantienen una fuerte relación directa entre sí e interactúan, aún si están en extremos opuestos de la galaxia, por ejemplo: algunos pájaros tienen unas estructuras celulares en los ojos que les permiten guiarse por medio del campo magnético de la Tierra.

Según investigadores de la Universidad de Washington, este entrelazamiento tiene que ver con los agujeros gusano, que permiten atravesar el espacio-tiempo de un universo a otro. Esto se denomina el Puente Einstein-Rosen. Einstein, que por cierto no creía en la existencia de este fenómeno cuántico, lo denominada irónicamente “acción fantasmal a distancia”. Un ejemplo de este principio cuántico lo vemos en la novela de Antonio Mora Vélez, cuando los viajeros terrestres acceden al universo cuántico por medio de un agujero de gusano. Este entrelazamiento cuántico es una explicación teórica que permite plantear la hipótesis de la existencia de multiversos cuánticos, de meta universos.

En consecuencia, todo está interconectado y en coherencia: existe el orden, la estructura, la armonía y la alineación entre sistemas, átomos, organismos vivos, planetas. Ejemplo presente en la novela Viaje al universo vecino son “los avatares”. Esta tecnología de transferencia de conciencia de un cuerpo humano a uno virtual sólo sería posible si se basara en fundamentos tecnológicos a partir de la mecánica cuántica, específicamente en entrelazamiento cuántico. 

Cuando analizamos las unidades fundamentales de la realidad, las que lo componen todo a nuestro alrededor, creo que ya no debemos pensar en estas unidades como fragmentos de energía o materia, sino que deberíamos pensar en ellas como unidades de información. Me parece que la mecánica cuántica, nuevamente, supone la clave para entender este fenómeno, porque la mecánica cuántica tiene otra propiedad (que supongo que a personas como Einstein no les gustaba) que es la siguiente: en la mecánica cuántica no se puede decir que algo exista o no, a no ser que se haya realizado una medición, así que es impreciso decir: «tenemos un átomo situado aquí», a no ser que hayamos interactuado con ese átomo y recibido información que corrobore su existencia ahí. Por ende, es incorrecto lógica y físicamente, o mejor dicho experimentalmente, hablar de fragmentos de energía o materia que existan con independencia de nuestra capacidad de confirmarlo experimentalmente. Esto según el físico Vlatko Vedral.

La teoría de la información implica concebir el universo como un enorme sistema de información. Se puede concebir a los agujeros negros como enormes mega procesadores cuánticos que procesan la infinita información que se mueve en el cosmos (Stephen Hawking no creía en esta hipótesis. El argumentaba anteriormente que la información se perdía en el horizonte de sucesos de un agujero negro, aunque últimamente ha reconocido que la información no se pierde en la singularidad de un agujero negro).

En consecuencia, la materia y la energía no son lo fundamental en el universo, sino la información. Lo anterior explicaría por qué el robot es el único ser que no llega en forma virtual al planeta cuántico en la novela de Mora Vélez, porque su cerebro positrónico es un procesador cuántico que interactúa en armonía con las leyes del universo cuántico. Los científicos especulan que los computadores con tecnología cuántica serán una realidad tecnológica dentro de 20 años aproximadamente. El científico Roger Penrose plantea una hipótesis que nos puede ilustrar sobre la naturaleza del maravilloso robot de Antonio Mora Vélez. Penrose en la hipótesis Penrose-Hameroff postula que la complejidad del cerebro humano estriba en la presencia de unos microtúbulos celulares en las neuronas. Según esta hipótesis en estos microtúbulos se producen procesos cuánticos que permiten que el cerebro humano tenga la capacidad de procesar información compleja más allá de los hechos sencillos (es decir, los que se reducen a un bit de información binaria, 0 y 1, es decir que un bit de información se reduce a un sí o un no. Ejemplo: un foco está prendido o apagado) Esta hipótesis tiene connotaciones fascinantes. ¿Estamos cerca de conocer la conciencia humana? ¿Lo espiritual está relacionado con lo cuántico como lo plantea interesantemente la novela Viaje al universo vecino?

La ciencia ficción tiene un cariz especulativo: la palabra especular viene del latín speculari que significa observar, escudriñar, ir más allá de lo evidente. Si bien especular tiene una connotación peyorativa, en su sentido más lato, especular es un ejercicio dialéctico en donde se aúna la imaginación y el razonamiento hipotético. Todo discurso utópico es en esencia la exposición de argumentos especulativos. Y esto emparenta a la ciencia-ficción con la filosofía. 

Un rasgo capital que define la valía de la ciencia ficción como experiencia estética y humanística es el arte de imaginar el presente, el pasado o el futuro de un mundo posible en una cantidad infinita de multiversos (carácter especulativo de la ciencia ficción). Las grandes obras de ciencia ficción intentan responder a la siguiente pregunta: ¿qué sucedería si…? ¿qué ocurriría si la especie humana lograse viajar a un universo paralelo de carácter cuántico? Ese qué sucedería o que ocurriría sería un condicional contrafáctico: una hipótesis que rompe con los hechos conocidos para especular con opciones especulativas que sorprenden y maravillan a los lectores, ejemplo: un planeta viviente, un mundo cuántico (-Paraíso, metáfora de Dios, metáfora del infinito), etc.


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La mecánica cuántica trata de la conducta de las partículas subatómicas. Un paquete de energía, los físicos lo llaman Quanta. Los fenómenos que observa la mecánica cuántica rebasan los patrones lógicos que determinan la vida de los hombres comunes. En la física cuántica lo extraño y lo inusual son la regla común, verbigracia:

1.-La superposición cuántica: una cosa puede ser una cosa o cientos de cosas a la vez. Un electrón puede estar orbitando alrededor del núcleo en múltiples y diferentes trayectorias.

2.-El entrelazamiento cuántico: sucede cuando objetos cuánticos, por ejemplo, protones mantienen una fuerte relación directa entre sí e interactúan, aún si están en extremos opuestos de la galaxia, por ejemplo: algunos pájaros tienen unas estructuras celulares en los ojos que les permiten guiarse por medio del campo magnético de la Tierra.

Según investigadores de la Universidad de Washington, este entrelazamiento tiene que ver con los agujeros gusano, que permiten atravesar el espacio-tiempo de un universo a otro. Esto se denomina el Puente Einstein-Rosen. Einstein, que por cierto no creía en la existencia de este fenómeno cuántico, lo denominada irónicamente “acción fantasmal a distancia”. Un ejemplo de este principio cuántico lo vemos en la novela de Antonio Mora Vélez, cuando los viajeros terrestres acceden al universo cuántico por medio de un agujero de gusano. Este entrelazamiento cuántico es una explicación teórica que permite plantear la hipótesis de la existencia de multiversos cuánticos, de meta universos.

En consecuencia, todo está interconectado y en coherencia: existe el orden, la estructura, la armonía y la alineación entre sistemas, átomos, organismos vivos, planetas. Ejemplo presente en la novela Viaje al universo vecino son “los avatares”. Esta tecnología de transferencia de conciencia de un cuerpo humano a uno virtual sólo sería posible si se basara en fundamentos tecnológicos a partir de la mecánica cuántica, específicamente en entrelazamiento cuántico. 

Cuando analizamos las unidades fundamentales de la realidad, las que lo componen todo a nuestro alrededor, creo que ya no debemos pensar en estas unidades como fragmentos de energía o materia, sino que deberíamos pensar en ellas como unidades de información. Me parece que la mecánica cuántica, nuevamente, supone la clave para entender este fenómeno, porque la mecánica cuántica tiene otra propiedad (que supongo que a personas como Einstein no les gustaba) que es la siguiente: en la mecánica cuántica no se puede decir que algo exista o no, a no ser que se haya realizado una medición, así que es impreciso decir: «tenemos un átomo situado aquí», a no ser que hayamos interactuado con ese átomo y recibido información que corrobore su existencia ahí. Por ende, es incorrecto lógica y físicamente, o mejor dicho experimentalmente, hablar de fragmentos de energía o materia que existan con independencia de nuestra capacidad de confirmarlo experimentalmente. Esto según el físico Vlatko Vedral.

La teoría de la información implica concebir el universo como un enorme sistema de información. Se puede concebir a los agujeros negros como enormes mega procesadores cuánticos que procesan la infinita información que se mueve en el cosmos (Stephen Hawking no creía en esta hipótesis. El argumentaba anteriormente que la información se perdía en el horizonte de sucesos de un agujero negro, aunque últimamente ha reconocido que la información no se pierde en la singularidad de un agujero negro).

En consecuencia, la materia y la energía no son lo fundamental en el universo, sino la información. Lo anterior explicaría por qué el robot es el único ser que no llega en forma virtual al planeta cuántico en la novela de Mora Vélez, porque su cerebro positrónico es un procesador cuántico que interactúa en armonía con las leyes del universo cuántico. Los científicos especulan que los computadores con tecnología cuántica serán una realidad tecnológica dentro de 20 años aproximadamente. El científico Roger Penrose plantea una hipótesis que nos puede ilustrar sobre la naturaleza del maravilloso robot de Antonio Mora Vélez. Penrose en la hipótesis Penrose-Hameroff postula que la complejidad del cerebro humano estriba en la presencia de unos microtúbulos celulares en las neuronas. Según esta hipótesis en estos microtúbulos se producen procesos cuánticos que permiten que el cerebro humano tenga la capacidad de procesar información compleja más allá de los hechos sencillos (es decir, los que se reducen a un bit de información binaria, 0 y 1, es decir que un bit de información se reduce a un sí o un no. Ejemplo: un foco está prendido o apagado) Esta hipótesis tiene connotaciones fascinantes. ¿Estamos cerca de conocer la conciencia humana? ¿Lo espiritual está relacionado con lo cuántico como lo plantea interesantemente la novela Viaje al universo vecino?

Por lo anterior, los invito a que inicien el viaje cuántico que propone Antonio Mora Vélez en su maravillosa novela y que una vez más se conjugue ese verbo tan 

Foto: Collage Editores

José Miguel Serrano Montes

Licenciado y Magíster en Filosofía. Profesor universitario y miembro del colectivo literario El Bocachico Literario de Montería, Colombia. 


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