Teoría Ómicron

Revista de ciencia ficción y fantasía

CRONISTAS ÓMICRON: Sólo chatarra

Desde Argentina, José A. Gracía nos comparte su cuento "Sólo chatarra".

Por José A. García

Vía de conexión Luna-Calixto. Detrás de tan rimbombante nombre se esconde el más turbio negociado de la historia de la humanidad. La delimitación del camino de unión entre ambos satélites, a partir de boyas-radiofaro espaciales que sin lugar a dudas mejoraría la comunicación y el transporte entre ambos extremos, se había realizado escatimando recursos de todo tipo.

Se utilizó plastimetal allí donde se requería acero de la mejor calidad; así como se usó alambres del más fino cobre donde debería haber plastimetal. Claramente, todo estaba pensado para abaratar costos.

Los operadores sintéticos de ambas terminales eran obsoletos a los pocos meses de inaugurada la obra. El sistema operativo con el que fueron programados no era el ideal para la cantidad de tareas que debían realizar a un mismo tiempo; además, no podía actualizarse de manera automática, sino que una vez que dejara de cumplir su función, habría que reemplazar la unidad completa.


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Las boyas (cómo olvidar ese detalle), cuya vida útil en el espacio profundo es de quince años, tendían a quedar fuera de servicio, una a una, aproximadamente cada nueve meses. Tal vez, si se hubieran utilizado las boyas reglamentarias se hubieran salvado numerosas y costosas naves, para no hacer referencia la cantidad de vidas perdidas. Pero la justicia suprajuridisccional que abarca hoy la vía y sus múltiples destinos, aún no se formaba al momento de comenzar las obras, por lo que nadie creyó necesario aplicar las normativas vigentes.

Desidia y dinero llevaron a que la Tierra, y las colonias desperdigadas por el sistema solar, invirtieran millones de miles de millones (una suma astronómica si se me permite el eufemismo), en algo que hoy se erige como un recuerdo más de la locura del siglo anterior. Una anécdota para los libros de historia anecdótica que continúa, metafóricamente hablando, acumulando herrumbre y se pierde, trozo a trozo, en el vacío negándose a pasar al olvido como otras grandes obras encaradas por la humanidad en su ansiedad por controlar las estrellas.

Estrellas a las que, claramente, nunca llegaría.

Se trata, también, del último gran proyecto encarado por el humanidad en la etapa en las que los viajes espaciales solamente podían realizarse con rudimentarias naves espaciales que reunían, supuestamente, la mejor tecnología de la época y servían para señalar en el cielo nocturno de la Tierra, la estela del poder del hombre. Es una pena, pues, que hayan comenzado su construcción apenas unos años antes de que se descubriera el proceso de la teletransportación de la materia orgánica (TMO según su sigla en idioma intergaláctico), y toda tecnología anterior se tornara, inevitablemente, obsoleta.

Foto: Imagen de Arek Socha en Pixabay

José A. García

Argentina, 1983. Escritor, guionista de historietas, blogger y profesor de historia. Publicó el libro de cuentos Fábulas del cuaderno verde (2014) y diversas colaboraciones en publicaciones literarias, tanto dentro del género de la ciencia ficción como por fuera del mismo, de Argentina y España en formato digital y en formato papel. Actualmente se encuentra preparando una nueva compilación de relatos de ciencia ficción pronta a editarse, en algún momento, en el futuro, quizá muy lejano.

Página web personal: www.proyectoazúcar.com.ar


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