Por Rafael González Alva
El mundo ahora es la cueva, azur gruta
de do salió un dragón
negro, albo y futurista
que sin bogar los piélagos de estrellas,
sin superar los cúmulos de nada
ni sortear banales
cüencos atezados,
aguzará la vista,
clavará ufano sus cetrinos ojos
hacía el vacío y la edad de eones
y algo, algo entre las siderales breñas
atisbará hoy, mañana.
Sucederá la empresa con su empresa.
Negros, albos y futuristas todos
seremos. Espada, yelmo, rocín
vueltos uñas, fuego, alas,
dragos andantes un no acordado
lugar habitaremos.
Se desfacerán entuertos,
se salvarán las dueñas
y se ganará el reino.
Caballero se creerá el dragón.
No depondrá sus armas
nunca, ni en el sueño de su más próxima
galaxia de humarolas mortecinas,
ni al rebufar la última trompeta,
ni cuando el tiempo mismo su edad pudra,
ni cuando sus hojas marquen una equis
más niña y circular
El mundo ahora es la cueva, azur gruta
de do salió un dragón
negro, albo y futurista
que sin bogar los piélagos de estrellas,
sin superar los cúmulos de nada
ni sortear banales
cüencos atezados,
aguzará la vista,
clavará ufano sus cetrinos ojos
hacía el vacío y la edad de eones
y algo, algo entre las siderales breñas
atisbará hoy, mañana.
Sucederá la empresa con su empresa.
Negros, albos y futuristas todos
seremos. Espada, yelmo, rocín
vueltos uñas, fuego, alas,
dragos andantes un no acordado
lugar habitaremos.
Se desfacerán entuertos,
se salvarán las dueñas
y se ganará el reino.
Caballero se creerá el dragón.
No depondrá sus armas
nunca, ni en el sueño de su más próxima
galaxia de humarolas mortecinas,
ni al rebufar la última trompeta,
ni cuando el tiempo mismo su edad pudra,
ni cuando sus hojas marquen una equis
más niña y circular
El mundo ahora es la cueva, azur gruta
de do salió un dragón
negro, albo y futurista
que sin bogar los piélagos de estrellas,
sin superar los cúmulos de nada
ni sortear banales
cüencos atezados,
aguzará la vista,
clavará ufano sus cetrinos ojos
hacía el vacío y la edad de eones
y algo, algo entre las siderales breñas
atisbará hoy, mañana.
Sucederá la empresa con su empresa.
Negros, albos y futuristas todos
seremos. Espada, yelmo, rocín
vueltos uñas, fuego, alas,
dragos andantes un no acordado
lugar habitaremos.
Se desfacerán entuertos,
se salvarán las dueñas
y se ganará el reino.
Caballero se creerá el dragón.
No depondrá sus armas
nunca, ni en el sueño de su más próxima
galaxia de humarolas mortecinas,
ni al rebufar la última trompeta,
ni cuando el tiempo mismo su edad pudra,
ni cuando sus hojas marquen una equis
más niña y circular
y su cuento ella acabe.
Foto: Imagen de Lilawind en Pixabay
Rafael González Alva
Nací en la Ciudad de México en 1993. Soy Lic. en Diseño por la Universidad Autónoma Metropolitana y Lic. en Lengua y Literaturas Hispánicas por la Universidad Nacional Autónoma de México. Actualmente trabajo como asistente de investigación en un proyecto de la UNAM sobre literatura novohispana, paralelamente curso el XVI Diplomado de Creación Literaria Xavier Villaurrutia.
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